Tener un cuerpo extraño en el ojo es una de las experiencias más comunes y, al mismo tiempo, más incómodas que podemos enfrentar. Ya sea una simple pestaña, un grano de polvo, una astilla de madera o incluso un fragmento metálico, cualquier elemento que entre en contacto con la delicada superficie ocular puede generar una sensación inmediata de irritación, incomodidad e incluso dolor. Aunque en la mayoría de los casos estas situaciones no suelen ser graves y pueden resolverse con medidas sencillas, no siempre es fácil distinguir cuándo la molestia es pasajera o cuándo se requiere atención especializada.
En estos momentos, saber cómo actuar correctamente puede marcar la diferencia entre un simple susto y una complicación más seria. Si bien el primer paso suele ser intentar eliminar el cuerpo extraño de forma segura, en algunas situaciones es necesario buscar atención en una clínica oftalmológica para evitar daños en la vista, especialmente si el objeto es pequeño, está incrustado o si se presenta dolor persistente. Las clínicas oftalmológicas cuentan con los equipos y profesionales capacitados para evaluar la situación y ofrecer el tratamiento adecuado, garantizando que la salud ocular no se vea comprometida.
Aviso importante: esta guía es informativa. Si tienes dolor intenso, sangrado, pérdida de visión o sospecha de objeto incrustado o metálico tras martillar/soldar, busca atención médica urgente.

¿Qué es un “cuerpo extraño” en el ojo y por qué algunos son más peligrosos?
Un “cuerpo extraño” es cualquier material que no pertenece al ojo: desde una pestaña o una partícula de polvo hasta astillas de madera, arena, vidrio o fragmentos metálicos. Según dónde se aloje (superficie conjuntival, córnea, párpado, o intraocular) y su naturaleza (orgánico, inorgánico, metálico) cambia totalmente el riesgo y el manejo. Los cuerpos extraños superficiales (pestañas, polvo, mucosidad) suelen salir con parpadeo y lágrimas; los de alta velocidad (esquirlas al martillar, al serrar o soldar) pueden penetrar y quedar dentro del ojo, lo que requiere evaluación urgente.
Por qué importan:
- Los cuerpos superficiales causan irritación, lagrimeo y, a veces, pequeñas abrasiones corneales.
- Los cuerpos incrustados pueden dejar cicatrices en la córnea o provocar infección.
- Los fragmentos metálicos pueden oxidarse formando un “anillo de óxido” (rust ring) que necesita extracción profesional.
- Los cuerpos intraoculares (penetrantes) pueden causar hemorragia interna o pérdida de visión si no se tratan rápido.
En mi caso he comprobado que la mayoría de las molestias en el día a día (pestañas, polvo) ceden con irrigación y paciencia, mientras que una sensación de dolor punzante o visión que cae rápido siempre me hizo correr al especialista. Esa diferencia (molestia vs. dolor/agudeza visual afectada) es clave para decidir qué hacer.
Síntomas y señales de alarma (cómo distinguir lo que puedes manejar en casa de lo que no)
Síntomas comunes (menores)
- Sensación de arenilla o “algo dentro”.
- Lagrimeo constante, enrojecimiento leve.
- Molestia al parpadear; a veces visión ligeramente borrosa que mejora con enjuague.
Señales de alarma (urgencia)
- Dolor intenso y persistente.
- Sangrado visible en la parte blanca del ojo.
- Pérdida notable de visión o visión muy borrosa que no mejora.
- Sensibilidad extrema a la luz (fotofobia).
- Antecedente de martillar, soldar o trabajo con metal: sospecha de objeto intraocular metálico.
Tabla comparativa: síntomas leves vs. graves
| Tipo de síntoma | Síntomas leves (manejo en casa) | Síntomas graves (requieren atención médica inmediata) |
|---|---|---|
| Molestia inicial | Sensación de arenilla; picor | Dolor intenso, punzante o persistente |
| Aspecto del ojo | Lagrimeo, enrojecimiento leve | Enrojecimiento severo, sangrado conjuntival |
| Visión | Ligeramente borrosa, mejora tras enjuagar | Visión borrosa que no mejora o pérdida de visión |
| Sensibilidad | Molestia moderada a la luz | Fotofobia marcada |
| Objeto visible | Pestaña, polvo, mugre | Objeto incrustado, metálico, astilla penetrante |
| Evolución | Mejora tras enjuague y reposo | No mejora o empeora tras enjuague |

Esta tabla sirve para que, en el momento de la urgencia, no te quedes dudando: si encaja en la columna de la derecha, busca atención.
Qué hacer en casa: guía paso a paso (detallada, segura y con trucos prácticos)
Mini-plan de la sección: 1) higiene y preparación; 2) técnicas de irrigación y eversión de párpados; 3) manejo si usas lentes de contacto; 4) cuándo suspender intento y buscar ayuda.
1) Higiene y preparación (fundamental)
Antes de tocarte el ojo: lávate las manos con agua y jabón y, si es posible, ponte guantes limpios. Esto reduce mucho el riesgo de infección. Evita hacerlo en ambientes sucios o con polvo en el aire. En mi caso siempre me paro frente a un lavabo bien iluminado antes de intentar cualquier cosa.
2) Irrigación: cómo hacerlo correctamente
- Usa agua limpia y tibia o suero fisiológico. Inclina la cabeza hacia atrás y abre el ojo mientras dejas caer un chorro suave (no a presión) desde un vaso o un grifo a baja altura. También puedes usar una copa ocular si la tienes.
- Alternativa: si tienes monodosis de suero fisiológico, son perfectas para irrigar sin riesgo. En mi experiencia, el suero es más cómodo y menos irritante que agua del grifo para repetidas lavadas.
Técnica práctica:
- Sitúate frente al lavabo con buena luz.
- Inclina la cabeza hacia atrás y abre el ojo.
- Sostén el vaso o la jeringa de suero sin aguja (monodosis) y vierte con suavidad desde la esquina interior hacia afuera, dejando que el líquido arrastre la partícula.
- Parpadea repetidamente después de cada pasada.
3) Cómo revisar y evertir párpados (sin hacer daño)
- Para revisar el párpado inferior: mira hacia arriba, sujeta el párpado inferior con los dedos limpios y tíralo hacia abajo; el objeto muchas veces queda visible en la conjuntiva tarsal inferior.
- Para el párpado superior: mira hacia abajo y, con un hisopo estéril o un aplicador, coloca el aplicador sobre el párpado y tira suavemente hacia fuera mientras miras hacia abajo esto “voltea” el párpado y deja ver la conjuntiva interna. (Truco del hisopo: lo usé varias veces y salva cuando la partícula queda bajo el párpado superior).
4) Si usas lentes de contacto
Quítatelos antes de irrigar, si puedes hacerlo sin dolor; muchas molestias desaparecen al retirar la lente porque el objeto suele quedar adherido a ella. Si la lente está pegada y duele mucho, no forces: busca atención.
5) Extracción con hisopos (solo para partículas superficiales)
Si tras irrigar y voltear párpados ves una partícula visible y está claramente superficial (no incrustada), puedes intentar retirarla con un hisopo de algodón limpio tocando suavemente la partícula. Si no sale, no escales a pinzas ni agujas caseras: altas probabilidades de empeorar la lesión.
6) Qué hacer si el objeto es químico o corrosivo
Si se trata de una sustancia química (ej.: limpiadores, ácidos o álcalis), enjuaga sin pausa con mucha agua durante 15–30 minutos y busca atención médica inmediata; los químicos pueden causar quemaduras severas. (Este apartado es crítico y diferente al manejo de partículas sólidas).
Lo que NO debes hacer (lista categórica y por qué)
- No te frotes el ojo. El frotarte puede raspar la córnea, incrustar más el objeto o provocar infección.
- No intentes extraer objetos incrustados con agujas o pinzas caseras. Si el objeto está incrustado o metálico, la extracción mal hecha puede perforar o causar cicatrices.
- No uses soluciones oculares no estériles (p. ej., agua de mar, soluciones no indicadas) ni gotas que no estén recomendadas por un profesional.
- No demores en acudir a urgencias ante signos de sangrado, caída de visión o antecedente de impacto de alta velocidad (martillar, soldar).
Qué hará el oftalmólogo (procedimientos, diagnóstico y tratamiento)
Cuando vayas al oftalmólogo solicita una (consulta oftalmológica integral) te harán una evaluación estructurada:
- Historia y circunstancia del evento: cómo pasó, con qué herramienta, a qué distancia, y si había partículas metálicas. Esto ayuda a sospechar si hay cuerpo intraocular.
- Examen con lámpara de hendidura: permite ver la córnea, conjuntiva y detectar abrasiones, cuerpos extraños superficiales o incrustados. El médico suele usar fluoresceína (tinte ocular) para detectar abrasiones corneales.
- Anestesia tópica: antes de cualquier maniobra para que el paciente no sienta dolor.
- Extracción profesional: con hisopos estériles, agujas o microinstrumental bajo microscopio cuando se requiere; si el cuerpo extraño está incrustado en la córnea, el procedimiento debe hacerlo un profesional.
- Pruebas complementarias: si se sospecha cuerpo intraocular, harán una ecografía ocular (o RX/TC según el caso) para localizar fragmentos.
- Tratamiento posterior: puede incluir lágrimas artificiales, antibióticos tópicos preventivos, parche compresivo en algunos casos, y seguimiento para controlar cicatrización o riesgo de infección. En cuerpos metálicos, pueden necesitar retirar el “anillo de óxido” y planificar manejo específico.
Complicaciones posibles (qué vigilar tras la extracción)
- Abrasión corneal: es la complicación más frecuente; suele sanar en pocos días con tratamiento.
- Infección (úlcera corneal): riesgo especialmente si había materia orgánica (madera, tierra) o si la extracción se hizo en condiciones no estériles.
- Cicatriz corneal: si la lesión fue profunda, puede quedar una opacidad que afecte la visión.
- Cuerpos intraoculares: pueden requerir cirugía y generar pérdida visual si no se manejan rápido.
Si después de la extracción profesional notas aumento del dolor, enrojecimiento que empeora, secreción purulenta o caída brusca de la visión, vuelve de inmediato. Desde mi experiencia personal, el mejor indicador es la evolución en 24–48 horas: si empeora, no esperes.

Prevención: medidas prácticas (hogar, trabajo y deporte)
- Gafas de seguridad: imprescindibles en trabajos con herramientas, soldadura, afilado, carpintería o jardinería. Un golpe de esquirla ocurre en décimas de segundo.
- Lentes deportivas: para deportes de impacto.
- Higiene de lentes de contacto: usa soluciones recomendadas y evita manipular lentes en ambientes con riesgo de partículas volantes.
- Buena iluminación: en tareas de precisión, más luz = menos riesgo de accidentes.
- Formación y señalización: en talleres y obras, rutinas de seguridad y señalización reducen accidentes laborales
En mi caso he comprobado que el uso consistente de gafas al taladrar o cortar madera evita incidentes que antes me daban susto; muchas veces la diferencia es un segundo y una lente protectora puesta.
Preguntas frecuentes sobre el cuerpo extraño en el ojo:
¿Puedo usar lágrimas artificiales para “lavar” el ojo?
Sí. Las gotas lubricantes (lágrimas artificiales) o el suero fisiológico ayudan a arrastrar partículas y calmar. Si no tienes suero, usa agua limpia; evita soluciones caseras no estériles.
¿Cuánto tiempo tarda en curar una abrasión corneal?
Suele mejorar en 24–72 horas con el tratamiento correcto (lágrimas, antibiótico si el médico lo indica), aunque depende de tamaño y profundidad. Si no mejora en ese plazo, consulta.
¿Si me entró arena en la playa, debería preocuparme?
La arena suele salir con parpadeo y agua. Irriga y espera; si la irritación persiste, acude. Evita frotarte.
¿Puedo conducir tras tener algo en el ojo?
Si la visión está comprometida o te han puesto anestésico/medicación, evita conducir hasta recuperarte. Prioriza la seguridad.
La salud visual es fundamental para tu calidad de vida. Muchas enfermedades oculares pueden prevenirse o tratarse con una consulta oftalmológica a tiempo. No esperes a que aparezcan los síntomas: agenda tu cita y cuida tus ojos con un especialista.
- Si es una molestia leve (arenilla, pestaña), lava manos, enjuaga con agua o suero y revisa párpados. Muchas veces se soluciona así.
- No frotes, no uses pinzas ni agujas caseras y no intentes extraer objetos incrustados.
- Busca atención urgente si hay dolor fuerte, sangrado, pérdida de visión o antecedente de impacto de alta velocidad (martillar/soldar).











































