La blefaritis es una afección inflamatoria que afecta los párpados, causando enrojecimiento, picazón, ardor e incluso una sensación de arenilla en los ojos. Aunque no suele poner en riesgo la visión, puede ser una condición crónica que, si no se trata adecuadamente, puede generar molestias continuas y aumentar el riesgo de infecciones secundarias. La causa de la blefaritis varía, desde infecciones bacterianas o desequilibrios en las glándulas sebáceas, hasta factores como alergias o condiciones de la piel como la rosácea.
El tratamiento de la blefaritis generalmente incluye una combinación de limpieza ocular regular, uso de ungüentos o antibióticos en casos más graves, y medidas preventivas para controlar la inflamación. Sin embargo, debido a la naturaleza recurrente de la afección, es importante consultar a una clínica de ojos para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.
En una clínica oftalmológica, los especialistas podrán ofrecerte el mejor enfoque para controlar la blefaritis y evitar complicaciones a largo plazo.

¿Qué es la blefaritis?
Es una inflamación de los bordes palpebrales, la zona donde nacen las pestañas. Puede afectar un ojo o ambos y aparece en brotes. En la mayoría de los casos no amenaza la visión, pero si no se controla, puede derivar en complicaciones como orzuelos, chalazión o alteraciones de la superficie ocular.
Síntomas más comunes de la blefaritis
- Enrojecimiento de los párpados.
- Picazón y sensación de ardor.
- Escamas blancas o amarillentas adheridas a las pestañas.
- Costras que hacen que los ojos amanezcan pegados.
- Sensación de cuerpo extraño y sequedad ocular.
- Lagrimeo excesivo en algunos casos.
En mi experiencia profesional, el síntoma más molesto para los pacientes es despertar con los ojos pegados y tener que ablandar las costras con agua tibia antes de poder abrirlos con normalidad.
Causas y factores de riesgo
- Infección bacteriana crónica.
- Disfunción de las glándulas de Meibomio (blefaritis posterior).
- Dermatitis seborreica (caspa en cuero cabelludo y cejas).
- Alergias cutáneas.
- Ácaros Demodex en las pestañas.
- Uso excesivo de maquillaje de ojos o falta de higiene palpebral.
Tipos de blefaritis
- Blefaritis anterior: afecta la base de las pestañas. Suelen verse escamas y costras.
- Blefaritis posterior: afecta las glándulas de Meibomio, causando secreción espesa, ojo seco y molestias crónicas.
Cómo se trata la blefaritis
El tratamiento no busca “curar” la enfermedad de raíz, sino controlar los síntomas y prevenir recaídas.

Higiene palpebral diaria
La base del tratamiento es limpiar todos los días los párpados.
- Aplica una compresa tibia durante 5–10 minutos para ablandar las secreciones.
- Con una gasa o bastoncillo de algodón empapado en agua tibia o champú neutro diluido, limpia suavemente la base de las pestañas.
- Repite al menos una vez al día.
Medicamentos (antibióticos y corticoides)
En brotes más intensos, el oftalmólogo puede recetar:
- Pomadas o gotas antibióticas (cuando hay infección bacteriana evidente).
- Antibióticos orales (en blefaritis posterior severa).
- Corticoides tópicos de corta duración, siempre bajo control médico, para bajar inflamación.
Cambios en el estilo de vida y remedios caseros
- Omega-3: los suplementos de aceite de pescado ayudan a mejorar la calidad de las secreciones de las glándulas.
- Evitar maquillaje: sobre todo máscaras y delineadores, que empeoran los brotes y dificultan la limpieza.
- Higiene del rostro y cuero cabelludo: controlar la caspa y la dermatitis seborreica reduce recaídas.
Muchas pacientes refieren una mejora cuando suspenden el maquillaje de ojos durante los brotes: al no tener que retirar productos cosméticos, la limpieza palpebral fue más efectiva.
Procedimientos médicos modernos (IPL, desbridamiento)
- Luz pulsada intensa (IPL): reduce inflamación y mejora la función de las glándulas.
- Desbridamiento electromecánico: elimina biopelículas, ácaros y abre glándulas obstruidas.
Estos tratamientos no son de primera línea, pero son útiles en casos crónicos o resistentes.
¿La blefaritis tiene cura o es crónica?
La blefaritis suele ser crónica y recurrente. Puede mejorar con periodos largos sin síntomas, pero tiende a volver si se descuida la higiene palpebral. Lo importante es mantener hábitos diarios y acudir al oftalmólogo en brotes severos.
Cuándo acudir al oftalmólogo
- Cuando los síntomas no mejoran con higiene diaria.
- Si aparece dolor ocular intenso o pérdida de visión.
- Si tienes brotes muy frecuentes o costras persistentes.
- Cuando los ojos se irritan a pesar de los cuidados.

Prevención de la blefaritis
- Mantén higiene diaria de párpados aunque no haya síntomas.
- Controla la caspa y la dermatitis.
- Evita maquillaje pesado o asegúrate de retirarlo bien.
- Usa lágrimas artificiales si tienes ojo seco asociado.
- Mantén una dieta equilibrada rica en omega-3.
Preguntas frecuentes sobre la blefaritis
¿La blefaritis se cura definitivamente?
No, pero se controla con higiene y tratamientos adecuados.
¿Qué champú se usa para limpiar los párpados?
Se recomienda champú neutro para bebés diluido o soluciones específicas para párpados.
¿Es contagiosa la blefaritis?
No suele ser contagiosa, salvo si hay infección bacteriana activa.
¿Qué pasa si no trato la blefaritis?
Puede dar lugar a infecciones, orzuelos, ojo seco crónico y molestias constantes.
La blefaritis no es peligrosa en la mayoría de los casos, pero sí molesta y persistente. La clave es la constancia: limpiar párpados todos los días, seguir indicaciones médicas y adoptar hábitos saludables. Con disciplina, se puede controlar muy bien y llevar una vida normal sin molestias constantes.
La salud visual es fundamental para tu calidad de vida. Muchas enfermedades oculares pueden prevenirse o tratarse con una consulta oftalmológica a tiempo. No esperes a que aparezcan los síntomas: agenda tu cita y cuida tus ojos con un especialista.











































