La picazón en los ojos, también conocida como prurito ocular, es una de las molestias más frecuentes en la consulta oftalmológica, y aunque muchas veces se relaciona con causas leves como el cansancio o la sequedad ambiental, en otras ocasiones puede ser la manifestación de una condición ocular o sistémica que requiere atención especializada. El picor puede presentarse de forma aislada o acompañarse de enrojecimiento, lagrimeo, hinchazón palpebral o sensación de arenilla, y su intensidad puede variar desde una molestia intermitente hasta una sensación persistente que afecta la calidad de vida del paciente.
La causa más común es la alergia ocular, especialmente la conjuntivitis alérgica, que suele estar asociada a otros síntomas como estornudos, congestión nasal y lagrimeo excesivo. También puede presentarse de forma estacional (por exposición a pólenes) o perenne (por ácaros, polvo, moho o animales).

Otra causa frecuente es la sequedad ocular, muy habitual en personas que pasan muchas horas frente a pantallas, en ambientes con aire acondicionado o calefacción, o que padecen disfunción de las glándulas de Meibomio. En estos casos, la película lagrimal es deficiente o inestable, lo que genera microirritaciones que el paciente percibe como picor.
También hay que considerar otros orígenes como blefaritis (inflamación del borde palpebral con presencia de costras o grasa), uso de cosméticos o productos irritantes, exposición a contaminantes ambientales, uso prolongado de lentes de contacto, o incluso infecciones leves.
Aunque muchos pacientes recurren a gotas de venta libre para aliviar el picor, es fundamental evitar la automedicación, ya que el uso inadecuado de gotas colirios, especialmente aquellos con vasoconstrictores o corticoides, puede agravar el problema o enmascarar una patología más grave.
¿Por qué me pican los ojos?
La picazón aparece cuando se activan terminaciones nerviosas en la superficie ocular, generalmente por inflamación, irritación o sequedad. Puede afectar a un ojo o a ambos y suele acompañarse de otros síntomas como enrojecimiento, lagrimeo, sensación de arenilla o secreción.
Las causas más comunes incluyen:
- Alergias oculares: reacciones al polen, polvo, ácaros, moho o pelo de animales.
- Sequedad ocular: disminución de la lubricación natural de la superficie del ojo.
- Blefaritis: inflamación de los párpados, con costras en las pestañas.
- Conjuntivitis: infecciones virales, bacterianas o alérgicas.
- Uso de lentes de contacto: por depósitos en la superficie de la lente o uso prolongado.
- Irritantes ambientales: humo, contaminación, químicos, cloro de piscinas.
- Problemas en la piel: como dermatitis atópica o eccema alrededor de los ojos.

Síntomas que suelen acompañar la picazón
- Enrojecimiento ocular.
- Lagrimeo excesivo o, por el contrario, sequedad marcada.
- Sensación de cuerpo extraño o arenilla.
- Párpados inflamados o con descamación.
- Secreción mucosa o purulenta (en infecciones).
- Fotofobia (sensibilidad a la luz).
- Visión borrosa ocasional.
Diagnóstico: cómo saber qué causa la picazón
El oftalmólogo realizará:
- Historia clínica completa: antecedentes de alergias, exposición a irritantes, uso de lentes de contacto.
- Exploración con lámpara de hendidura: para revisar conjuntiva, córnea y párpados.
- Pruebas de lágrima: en casos de ojo seco.
- Exámenes adicionales: como cultivos o pruebas de alergia, si es necesario.
Tratamiento según la causa
Alergias oculares
- Lágrimas artificiales frías para aliviar la irritación.
- Compresas frías sobre los párpados.
- Antihistamínicos en colirio o sistémicos (bajo prescripción).
- Evitar exposición a alérgenos conocidos.
Sequedad ocular
- Lágrimas artificiales sin conservantes.
- Uso de humidificadores en ambientes secos.
- Parpadeo frecuente al usar pantallas.
Blefaritis
- Higiene palpebral diaria con toallitas específicas o champú neutro.
- Compresas tibias para disolver secreciones.
- En casos severos, antibióticos tópicos u orales.
Conjuntivitis
- Viral: suele ser autolimitada; higiene y lágrimas artificiales.
- Bacteriana: antibióticos tópicos.
- Alérgica: colirios antihistamínicos o estabilizadores de mastocitos.
Uso de lentes de contacto
- Suspender el uso hasta mejorar los síntomas.
- Revisar higiene y tiempo de uso.
- Considerar cambio de tipo de lente o solución desinfectante.

Consejos prácticos para aliviar y prevenir la picazón ocular
- Evita frotarte los ojos: empeora la inflamación y puede dañar la córnea.
- Lava las manos antes de tocarte los ojos.
- Mantén limpia la zona de los párpados y pestañas.
- Controla las alergias con tratamiento médico si las padeces.
- Usa gafas de sol al aire libre para reducir la exposición a polen y polvo.
- Reemplaza periódicamente fundas de almohada y ropa de cama para disminuir ácaros.
- Limita el tiempo de pantalla y descansa la vista regularmente.
Preguntas frecuentes sobre la picazón en los ojos
¿La picazón en los ojos siempre es alergia?
No. Aunque las alergias son causa frecuente, también puede deberse a sequedad ocular, infecciones o problemas en los párpados.
¿Puedo usar colirios sin receta para la picazón?
Solo lágrimas artificiales. Evita el uso indiscriminado de colirios con corticoides o vasoconstrictores sin indicación médica.
¿Qué pasa si me froto los ojos cuando me pican?
Puedes empeorar la inflamación, favorecer infecciones e incluso, a largo plazo, predisponer a problemas como el queratocono.
¿Cuándo debo acudir al oftalmólogo?
Si la picazón es persistente, se acompaña de secreción purulenta, pérdida de visión, dolor intenso o sensibilidad marcada a la luz.
El tratamiento debe estar enfocado en la causa: antihistamínicos tópicos o sistémicos para las alergias, lágrimas artificiales sin conservantes en casos de sequedad, higiene palpebral diaria en blefaritis, y medidas ambientales para reducir la exposición a alérgenos o irritantes. En casos persistentes o con signos acompañantes como dolor, visión borrosa o secreción purulenta, es imprescindible una consulta oftalmológica para descartar causas infecciosas o inflamatorias más serias. En resumen, aunque la picazón ocular es común y a menudo benigna, un diagnóstico adecuado es clave para un manejo eficaz, seguro y duradero. No esperes a que aparezcan los síntomas: agenda tu cita y cuida tus ojos con un especialista.











































