Una de las principales causas de consulta en una clinica oftalmologica es el pterigión, comúnmente conocido como “carnosidad ocular”, es un crecimiento benigno de tejido que se desarrolla en la conjuntiva, extendiéndose hacia la córnea. Este crecimiento puede ser lento o rápido y, si no se controla, puede llegar a cubrir la zona visual de la córnea, afectando seriamente la visión. Además del impacto visual, el pterigión también tiene consecuencias estéticas, lo cual puede ser motivo de preocupación para muchos pacientes.
¿Qué es la carnosidad en los ojos (pterigión)?
La carnosidad en los ojos, conocida médicamente como pterigión, es un crecimiento anormal pero benigno de tejido conjuntival que avanza hacia la córnea. A menudo tiene forma triangular y aparece en la parte blanca del ojo, acercándose al centro visual. Aunque no es cancerígena, esta condición puede afectar la visión y, en muchos casos, la estética ocular. Existen métodos para mitigar el malestar pero su tratamiento es quirúrgico: la cirugía de pterigión es la única manera de erradicar la “carnosidad en los ojos”.
Este crecimiento puede desarrollarse lenta o rápidamente. Si progresa sin tratamiento, puede cubrir el eje visual de la córnea, causando visión borrosa o incluso pérdida visual. En nuestra experiencia clínica, el pterigión es una de las causas más comunes de consulta en oftalmología, especialmente en pacientes jóvenes expuestos al sol y al polvo de forma frecuente.

¿Por qué aparece la carnosidad en los ojos?
El desarrollo del pterigión está íntimamente relacionado con la exposición prolongada a factores ambientales agresivos, siendo los más comunes:
- Radiación ultravioleta (UV): la causa más directa. Vivir en zonas de alta radiación solar aumenta significativamente el riesgo.
- Polvo, viento y ambientes secos: alteran la superficie ocular y favorecen la irritación crónica.
- Factores genéticos: algunas personas tienen predisposición a desarrollar este tejido.
- Edad y género: es más frecuente en adultos entre 20 y 50 años, y más común en hombres.
El uso de gafas oscuras con filtro UV y la hidratación ocular adecuada son estrategias claves para reducir el riesgo, especialmente en personas con antecedentes familiares o que trabajan al aire libre.
Síntomas de la carnosidad en los ojos:
Aunque muchas veces comienza como una leve molestia visual, el pterigión puede presentar síntomas progresivos:
- Irritación constante o sensación de cuerpo extraño.
- Enrojecimiento persistente en la zona blanca del ojo.
- Sequedad ocular o sensación de ojo “rasposo”.
- Visión borrosa o distorsionada si avanza hacia la córnea.
- Malestar estético, ya que puede generar una apariencia anormal visible.
En nuestra práctica clínica, hemos observado cómo este crecimiento no solo interfiere con la visión, sino que también incomoda al paciente en su día a día. Muchas personas llegan buscando alivio para síntomas que han tolerado durante años, sin saber que la solución puede ser relativamente sencilla si se actúa a tiempo.
Diagnóstico de la carnosidad en los ojos
El diagnóstico del pterigión es sencillo y se realiza mediante un examen físico oftalmológico. El oftalmólogo evalúa la forma, tamaño, ubicación y avance del tejido hacia la córnea.
En algunos casos, se puede complementar el estudio con fotografías clínicas, topografías corneales o exámenes con lámpara de hendidura para analizar el impacto visual del crecimiento.
Una evaluación a tiempo permite al oftalmólogo decidir si se puede controlar con medidas tópicas o si es necesaria una cirugía para prevenir complicaciones mayores.
Tratamientos no quirúrgicos de la carnosidad en los ojos: alivio y prevención
Cuando el pterigión se encuentra en sus primeras etapas, los síntomas pueden aliviarse con tratamientos tópicos, aunque no eliminan el tejido ya formado. Algunas opciones incluyen:
- Lágrimas artificiales para combatir la sequedad.
- Colirios antiinflamatorios para reducir el enrojecimiento y molestias.
- Gotas con esteroides suaves en episodios agudos (siempre bajo prescripción médica).
- Uso de gafas de sol con protección UV como medida preventiva.
Estos tratamientos están indicados principalmente cuando la carnosidad aún no afecta el eje visual. Sin embargo, una vez que el tejido comienza a invadir la córnea central o los síntomas se vuelven persistentes, la cirugía de pterigión es la única opción definitiva contra la carnosidad en los ojos.
Cirugía de pterigión: tipos y técnicas
La intervención quirúrgica es un procedimiento seguro, con alta tasa de éxito y múltiples técnicas disponibles. En nuestra experiencia, extirpar el pterigión antes de que alcance el centro de la córnea reduce significativamente las complicaciones y asegura una recuperación más rápida.
¿Cuándo se opera la carnosidad en los ojos?
- Cuando el pterigión amenaza la visión.
- Si genera molestias constantes a pesar del tratamiento.
- Por razones estéticas si afecta la calidad de vida del paciente.
- Cuando hay antecedentes de recidiva o crecimiento rápido.
El procedimiento consiste en remover cuidadosamente el tejido fibroso y cubrir la zona expuesta con un injerto conjuntival autólogo (del mismo ojo), que puede fijarse mediante suturas o pegamento biológico.
Cirugía tradicional (suturas) vs. técnica sin suturas (pegamento Tisseel)
Cirugía de pterigión con suturas
Una de las más utilizadas, especialmente en pacientes que requieren una fijación firme. El injerto se asegura con puntos de sutura absorbibles. Aunque el postoperatorio puede ser más incómodo y tardar unos días más, ofrece una solución duradera.

“Este método ha demostrado ser eficaz, especialmente en pacientes que requieren una solución duradera y no les importa un postoperatorio algo más largo. Aunque puede parecer algo invasivo, hemos observado que esta técnica puede dar excelentes resultados, manteniendo la estética del ojo y previniendo complicaciones a largo plazo.”
Cirugía de Pterigión con pegamento Tisseel
Una innovación que ha ganado popularidad. Se utiliza pegamento biológico (Tisseel) para fijar el injerto, eliminando la necesidad de puntos. El procedimiento es más rápido, menos invasivo y mucho más cómodo para el paciente.

“El pegamento tisular no solo facilita una cirugía menos invasiva, sino que también disminuye el riesgo de complicaciones y acelera la reincorporación del paciente a sus actividades cotidianas.”
Paso a paso de la operación de carnosidad en los ojos: qué esperar
- Anestesia local mediante gotas o inyección subconjuntival.
- Resección del pterigión y limpieza del área afectada.
- Obtención de injerto de conjuntiva sana del mismo ojo.
- Colocación y fijación del injerto mediante suturas o pegamento.
- Colocación de lente terapéutico para proteger la zona en recuperación.
Todo el procedimiento dura entre 30 a 60 minutos, es ambulatorio y con mínimas molestias si se siguen las indicaciones médicas correctamente.
Cuidados postoperatorios: claves para una buena recuperación
El proceso de recuperación varía según la técnica utilizada, pero generalmente incluye:
- Uso de lágrimas artificiales, antibióticos y antiinflamatorios en gotas.
- Evitar frotar los ojos, exposición al sol o ambientes contaminados.
- Revisiones periódicas durante el primer mes.
“Cuando se utiliza el pegamento tisular, el paciente puede reanudar sus actividades diarias en cuestión de días, mientras que con las suturas, el proceso puede extenderse hasta dos semanas.”
La adherencia a los cuidados postoperatorios es clave para evitar infecciones o recidivas.
Prevención de recidivas: hábitos recomendados
Aunque las técnicas quirúrgicas modernas han reducido drásticamente la tasa de recidiva, algunos pacientes pueden volver a desarrollar pterigión si no adoptan ciertos cuidados:
- Uso diario de lentes con protección UV (especialmente en zonas soleadas).
- Ambientes húmedos o con humidificadores si se vive en clima seco.
- Aplicación regular de lubricantes oculares para mantener la superficie hidratada.
“Aunque las técnicas modernas han disminuido la tasa de recurrencia, algunos factores, como la exposición a la radiación ultravioleta, pueden desencadenar el crecimiento de un nuevo pterigión.”
Beneficios de intervenir a tiempo la carnosidad en los ojos
Retrasar la cirugía puede conllevar riesgos innecesarios. La intervención temprana permite:
- Evitar que el tejido llegue al eje visual, conservando la visión.
- Reducir molestias como irritación y enrojecimiento.
- Mejorar el aspecto estético del ojo.
- Disminuir el riesgo de cicatrices o alteraciones permanentes de la córnea.
He visto cómo una intervención a tiempo puede ser decisiva para conservar la visión y prevenir deformaciones permanentes en la córnea.
Cuida tus ojos, actúa a tiempo

El pterigión es una afección ocular frecuente, silenciosa y progresiva. Si lo detectas a tiempo, puedes tratarlo con éxito y evitar complicaciones. Gracias a los avances quirúrgicos como el uso de Tisseel, hoy es posible resolver este problema de manera rápida, estética y duradera. No ignores las señales. Si notas enrojecimiento persistente, molestias o una “carnosidad” en crecimiento, agenda tu consulta. Tu visión y bienestar merecen atención especializada. ¡Te esperamos!
Riesgos, complicaciones y sobre la carnosidad en los ojos
Como toda cirugía, existen riesgos mínimos como:
- Infección.
- Hemorragias leves.
- Inflamación o molestias temporales.
- Recidiva del pterigión.
Preguntas frecuentes sobre la carnosidad en los ojos
¿La carnosidad en el ojo es peligrosa?
No es cáncer ni se transforma en uno, pero puede afectar la visión si no se trata.
¿El pterigión duele?
No suele causar dolor agudo, pero puede generar molestias, ardor e irritación.
¿Cuánto dura la recuperación?
Con pegamento, 4 a 7 días. Con suturas, de 10 a 14 días. Depende del paciente.
¿Puede volver a salir?
Sí, especialmente si no se toman medidas de prevención. Pero las técnicas actuales reducen mucho esta posibilidad.











































