El síndrome de ojo seco es una condición que afecta a millones de personas a nivel mundial y que se ha vuelto cada vez más común en nuestra vida moderna. Factores como el uso prolongado de pantallas, la exposición a ambientes secos, la contaminación y el envejecimiento pueden contribuir a la aparición de esta molestia. Si alguna vez has sentido tus ojos irritados, rojos o con una sensación de arenilla, es posible que estés experimentando los síntomas del ojo seco.
Si tienes dudas sobre si padeces de esta condición, lo más recomendable es acudir a una clínica de ojos, donde un profesional podrá evaluar tus síntomas y ofrecerte el tratamiento adecuado. Identificar los primeros signos del ojo seco es clave para prevenir que la molestia se convierta en un problema más serio. En este artículo, te compartimos algunos de los síntomas más comunes y las mejores opciones de tratamiento disponibles. ¡Vamos!
¿Qué es el síndrome de ojo seco?
El síndrome de ojo seco es una afección oftalmológica crónica que se caracteriza por una insuficiente producción o una calidad deficiente de las lágrimas. Este trastorno afecta la capacidad de los ojos para mantenerse hidratados y protegidos adecuadamente, lo que genera una serie de molestias y puede afectar la visión. La película lagrimal, que se compone de agua, aceites y otras sustancias, es crucial para mantener la salud ocular. En su ausencia o disfunción, la superficie ocular no recibe la lubricación y protección necesarias, lo que ocasiona una sensación incómoda y una exposición a posibles infecciones.
Además de mantener los ojos hidratados, las lágrimas cumplen múltiples funciones: protegen la superficie ocular de agentes patógenos, contribuyen a la curación de posibles heridas y permiten que la visión sea clara y estable. Cuando la calidad o la cantidad de las lágrimas disminuye, se interrumpe este equilibrio, lo que origina el malestar asociado con el ojo seco.
El ojo seco puede ser un trastorno transitorio, provocado por condiciones ambientales o situaciones de estrés, pero en muchos casos se trata de una afección crónica que requiere tratamiento médico adecuado para evitar complicaciones a largo plazo.

Síntomas más comunes del ojo seco
Los síntomas del ojo seco varían considerablemente en función de la gravedad de la afección y pueden empeorar progresivamente si no se toman medidas a tiempo. A continuación, se describen los síntomas más frecuentes:
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño
Una de las quejas más comunes es la sensación de tener “arena en los ojos” o la impresión de que hay algo extraño dentro del ojo, aunque en realidad no haya partículas físicas presentes. Esta sensación es causada por la sequedad en la superficie ocular y la falta de humedad suficiente para mantener el ojo lubricado. - Ardor, picazón y enrojecimiento
El ardor y la picazón son síntomas característicos del ojo seco y suelen intensificarse en ambientes con baja humedad o cuando se está expuesto a fuentes de calor o frío (como calefacción, aire acondicionado o viento). El enrojecimiento ocular también es común, debido a la irritación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva. - Visión borrosa y fatiga visual
La película lagrimal es esencial para una visión nítida, ya que ayuda a refractar la luz correctamente sobre la retina. Cuando la película lagrimal no es estable, la visión se vuelve borrosa, especialmente al leer o mirar pantallas durante largos períodos de tiempo. Esta fatiga visual puede ser molesta y contribuir al estrés ocular. - Lagrimeo excesivo paradójico
A pesar de la sequedad, algunas personas con ojo seco experimentan un lagrimeo excesivo. Este fenómeno ocurre como respuesta a la irritación ocular, pero las lágrimas producidas son de mala calidad y no proporcionan el alivio necesario. Es una respuesta reflejo que no resuelve el problema subyacente de la falta de lubricación. - Sensibilidad a la luz (fotofobia)
El ojo seco aumenta la vulnerabilidad de la superficie ocular a las fuentes de luz brillantes, lo que provoca una sensación de incomodidad o dolor al estar expuesto a luces fuertes o al sol. Esta fotofobia es más común en personas con ojo seco severo o que tienen daño en la superficie ocular. - Molestias con lentes de contacto
Las personas que usan lentes de contacto pueden notar una mayor incomodidad, como sensación de irritación o dolor, debido a la sequedad de la superficie ocular. Además, el contacto constante de la lente con la córnea seca puede empeorar los síntomas y dificultar el uso prolongado de las lentes.

Síntomas comunes del ojo seco y su interpretación clínica
| Síntoma | Qué indica |
|---|---|
| Arenilla o cuerpo extraño | Superficie ocular deshidratada |
| Ardor o picor | Irritación de la película lagrimal |
| Visión borrosa | Lágrima de mala calidad o inestable |
| Lagrimeo excesivo | Lágrima refleja, poco efectiva |
| Fotofobia (sensibilidad a la luz) | Superficie ocular desprotegida |
| Dificultad con lentes de contacto | Intolerancia a la sequedad o fricción excesiva |
¿Por qué ocurre el ojo seco? Principales causas
Las causas del ojo seco son diversas y pueden implicar una combinación de factores relacionados con la producción inadecuada de lágrimas o su rápida evaporación. A continuación, se enumeran las principales causas y factores de riesgo:
- Edad
A medida que las personas envejecen, las glándulas lacrimales tienden a disminuir su producción de lágrimas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar ojo seco. Este problema es más común en personas mayores de 50 años. - Sexo
Las mujeres tienen mayor predisposición a sufrir de ojo seco, especialmente después de la menopausia debido a los cambios hormonales que afectan la producción de lágrimas. - Uso prolongado de pantallas
La exposición continua a pantallas de computadoras, teléfonos móviles o televisores reduce la frecuencia del parpadeo, lo que interrumpe la distribución de las lágrimas sobre la superficie ocular. Esto puede llevar a la evaporación de la película lagrimal y a la aparición de síntomas de ojo seco. - Ambientes secos o contaminados
La exposición a ambientes con aire acondicionado, calefacción o contaminantes (como el humo) puede provocar que las lágrimas se evapore más rápidamente, lo que aumenta el riesgo de sequedad ocular. - Lentes de contacto
El uso de lentes de contacto puede dificultar la distribución uniforme de las lágrimas en la superficie ocular, lo que, junto con la fricción adicional, puede causar sequedad y molestias. - Cirugías oculares previas
Procedimientos como el LASIK (cirugía refractiva) pueden alterar la sensibilidad de la córnea y las glándulas lacrimales, lo que contribuye al desarrollo de ojo seco. - Enfermedades sistémicas
Varias enfermedades, como la artritis reumatoide, el lupus, la diabetes o el síndrome de Sjögren (una enfermedad autoinmune que ataca las glándulas que producen lágrimas), pueden interferir con la producción normal de lágrimas. - Medicamentos
Algunos medicamentos, como los antihistamínicos, antidepresivos y diuréticos, pueden tener efectos secundarios que afectan la producción de lágrimas y, en consecuencia, aumentar el riesgo de ojo seco.

¿Cómo se diagnostica el ojo seco en consulta oftalmológica?
El diagnóstico del ojo seco requiere un examen exhaustivo, que combine la historia clínica del paciente con pruebas oftalmológicas especializadas para evaluar la producción y calidad de las lágrimas. Algunos de los principales tests utilizados en consulta son:
- Prueba de Schirmer
El test de schirmer en lima mide la cantidad de lágrimas producidas en 5 minutos. Se coloca una tira de papel estéril en el párpado inferior y se mide la longitud que se humedece por las lágrimas. - Tiempo de ruptura de la lágrima (BUT test)
Esta prueba evalúa la estabilidad de la película lagrimal. Se coloca una gota de colorante especial en el ojo y se mide el tiempo que tarda la película lagrimal en romperse después de un parpadeo. - Evaluación de la superficie ocular
Se utilizan colorantes especiales (como la fluoresceína) para identificar áreas de la superficie ocular que puedan estar dañadas debido a la sequedad. También se puede examinar la conjuntiva y la córnea para detectar signos de irritación o inflamación.
Preguntas frecuentes sobre el síndrome de ojo seco
¿El ojo seco se cura o solo se controla?
En la mayoría de los casos, el ojo seco es crónico y se controla con tratamiento. El objetivo es aliviar síntomas y prevenir complicaciones.
¿El uso de pantallas empeora el ojo seco?
Sí, porque disminuye el parpadeo y favorece la evaporación de la lágrima.
¿Qué diferencia hay entre ojo seco y alergia ocular?
La alergia produce picor intenso y secreción mucosa; el ojo seco genera ardor, arenilla y visión borrosa.
¿El lagrimeo siempre significa ojo seco?
No siempre, pero en muchos casos el lagrimeo es un reflejo del ojo seco por irritación ocular.
¿Puedo usar lentes de contacto si tengo ojo seco?
Depende del grado de sequedad. Algunos pacientes pueden usar lentes especiales bajo control médico.
El ojo seco no debe subestimarse. Aunque muchas veces se asocia al cansancio, detrás puede haber causas más profundas que requieren tratamiento. Con un diagnóstico adecuado, es posible mejorar los síntomas, proteger la superficie ocular y recuperar la calidad de vida.
Mi recomendación es clara: si sospechas que tienes ojo seco, no te automediques; consulta a un oftalmólogo para un diagnóstico preciso.
La salud visual es fundamental para tu calidad de vida. Muchas enfermedades oculares pueden prevenirse o tratarse con una cita oftalmológica a tiempo. No esperes a que aparezcan los síntomas: agenda tu cita y cuida tus ojos con un especialista.











































