El derrame ocular, médicamente conocido como hemorragia subconjuntival, es una acumulación de sangre entre la conjuntiva y la esclera del ojo, que genera una mancha roja brillante o difusa visible en la parte blanca del globo ocular. Aunque su apariencia suele ser alarmante para el paciente, la mayoría de los casos son benignos, indoloros y autolimitados.
Esta condición se produce cuando uno de los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se rompe, lo que permite que la sangre se filtre y quede atrapada bajo esta membrana transparente. Las causas pueden ser múltiples y, en muchos casos, el paciente no recuerda un desencadenante claro. Entre los factores más comunes se incluyen traumatismos leves (como frotarse el ojo bruscamente o el uso de lentes de contacto), esfuerzos físicos intensos (estornudar, toser, levantar peso), aumentos súbitos de la presión venosa (como ocurre durante el vómito o el parto), o incluso situaciones más complejas como trastornos hemorrágicos, hipertensión arterial no controlada, uso de anticoagulantes o aspirina, y ciertas infecciones.
Desde el punto de vista clínico, el derrame ocular no suele afectar la visión ni provocar dolor, pero puede acompañarse de una ligera sensación de cuerpo extraño o irritación. El enrojecimiento no se desplaza con el parpadeo, no blanquea con lágrimas y suele permanecer visible durante varios días o semanas, desvaneciéndose gradualmente como un hematoma en la piel. Es importante diferenciarlo de otras causas de ojo rojo que sí pueden comprometer la salud visual, como la conjuntivitis, la uveítis o el glaucoma agudo.

Por eso, ante un derrame ocular de causa desconocida, recurrente, o asociado a síntomas como dolor, visión borrosa o fotofobia, se recomienda una evaluación oftalmológica para descartar patologías subyacentes. En pacientes mayores, hipertensos o con tratamiento anticoagulante, también puede ser indicativo de fragilidad vascular, por lo que en ocasiones amerita un estudio sistémico. El tratamiento habitual es ninguno, ya que el sangrado se reabsorbe solo, aunque se pueden indicar lágrimas artificiales si hay irritación. No se recomienda el uso de antibióticos o corticoides salvo que haya otra patología concomitante.
En resumen, aunque el derrame ocular suele ser un hallazgo benigno, su aparición puede generar preocupación, por lo que la orientación médica adecuada permite descartar causas graves, tranquilizar al paciente y prevenir recurrencias si se identifican factores de riesgo modificables.
¿Qué es un derrame ocular?
El término “derrame ocular” engloba varias condiciones en las que se produce sangrado en diferentes partes del ojo: la conjuntiva, cámara anterior, vítreo o la retina.
- En la capa más superficial, hablamos de hemorragia subconjuntival: un vaso rompe justo bajo la conjuntiva, y se ve como una mancha roja brillante en la “parte blanca” del ojo.
- En el interior del ojo, el sangrado puede ocurrir en el vítreo (hemorragia vítrea), en la retina (hemorragia retiniana), en la cámara anterior (hifema) o debajo de la retina (subretiniana).
- Estas hemorragias más profundas pueden afectar la visión, según su localización y magnitud.
Tipos de derrame ocular
Cada tipo de sangrado tiene características distintas, un pronóstico diferente y requiere un enfoque particular:
| Tipo de hemorragia ocular | Localización / característica | Impacto sobre visión |
|---|---|---|
| Subconjuntival (hemorragia subconjuntival) | Sangre entre la conjuntiva y la esclera | Ningún efecto visual; solo estética |
| Hifema | Sangre en la cámara anterior (entre iris y córnea) | Puede causar empañamiento o aumento de presión ocular |
| Hemorragia vítrea | Sangrado dentro del vítreo (gel transparente) | Visión borrosa, “flotadores”, pérdida de visión parcial |
| Hemorragia retiniana / subretiniana | Sangre dentro o debajo de la retina | Mancha oscura, pérdida del campo visual, visión distorsionada |

Hemorragia subconjuntival
Es la más frecuente de todas. Aparece como una “mancha roja” sobre el blanco del ojo. Suele ser benigna y no afecta la visión ni produce dolor. Muchas veces ocurre tras un estornudo fuerte, tos, presión súbita, o traumatismo leve.
Hifema
Aquí la sangre se acumula en la cámara anterior del ojo (entre la córnea y el iris). Es más grave que la hemorragia subconjuntival. Puede elevar la presión intraocular y dañar estructuras del ojo si no se trata. Su origen suele ser un traumatismo, cirugía, o enfermedades internas del ojo.
Hemorragia vítrea
Cuando vasos de la retina o del vítreo se rompen, la sangre ingresa al gel vítreo. Los síntomas típicos son visión borrosa, aparición repentina de “flotadores” (moscas volantes), manchas oscuras en el campo visual. En casos severos puede incluso ocultar completamente la retina.
Hemorragia retiniana / subretiniana
Ocurre dentro de la retina o bajo ella. Puede estar relacionada con enfermedades vasculares de la retina (diabetes, oclusiones, degeneración macular), presión arterial alta u otros trastornos del sistema circulatorio. Produce pérdida localizada de visión, manchas o distorsión visual.
Causas más frecuentes de derrame ocular
Las causas dependen del tipo de sangrado. Entre las más comunes están:
- Trauma ocular directo (golpe, lesión).
- Cirugías oculares recientes.
- Enfermedades vasculares: retinopatía diabética, oclusión venosa retiniana, hipertensión.
- Degeneraciones o neovascularización de la retina.
- Trastornos de coagulación o uso de anticoagulantes.
- Inflamaciones o infecciones intraoculares.
- Degeneración macular neovascular y lesiones subretinianas.
- Aumentos bruscos de presión (por ejemplo, esfuerzo intenso, vómitos).
En muchos casos de hemorragia subconjuntival no hallamos un factor claro, y se asocia a esfuerzos súbitos, tos, estornudos o aumento de presión venosa.

Síntomas de derrame ocular: cómo distinguirlos
Los síntomas pueden variar según el tipo y la magnitud del sangrado:
- Mancha roja visible en el blanco del ojo (hemorragia subconjuntival).
- Visión borrosa, opacada, total o parcial.
- Flotadores o sombras móviles dentro del campo visual.
- Manchas oscuras o ceguera parcial (según la localización).
- Dolor ocular, sensación de presión.
- Fotopsias (destellos de luz) en casos de hemorragia retiniana.
- Aumento de la presión intraocular (sensación de ojo duro).
Mientras que la hemorragia subconjuntival suele ser asintomática excepto por la apariencia roja, los sangrados internos casi siempre traen síntomas visuales.
Diagnóstico oftalmológico
Cuando un paciente presenta un derrame ocular, el oftalmólogo realiza:
- Historia clínica y antecedentes (trauma, hipertensión, diabetes, uso de anticoagulantes).
- Examen con lámpara de hendidura para evaluar cornea, iris, cámara anterior.
- Fondo de ojo con dilatación pupilar para evaluar la retina, vasos y Vítreo.
- Ultrasonido ocular B-scan si no puede visualizarse completamente por la sangre.
- Imagenología complementaria: OCT, angiografía fluoresceínica, tomografía si es necesario.
- Pruebas sistémicas: presión arterial, perfil sanguíneo, control metabólico, coagulación si hay sospecha de origen sistémico.
Este enfoque permite determinar el tipo de derrame, su extensión y localizar su origen, para planear el tratamiento.
Tratamientos y manejo
El tratamiento depende del tipo, la causa y la gravedad del derrame ocular:
Hemorragia subconjuntival
- Generalmente no requiere tratamiento.
- Lágrimas artificiales lubricantes para aliviar molestia.
- Compresas frías al inicio, luego tibias si hay irritación.
- Evitar frotar el ojo.
- Monitoreo hasta resolución espontánea (puede durar 1–3 semanas).
Hifema
- Reposo con la cabeza elevada (30-45°).
- Uso de protector ocular para evitar más traumatismos.
- Control de presión intraocular (medicación antiglaucomatosa).
- En casos graves, drenaje quirúrgico si el sangrado no reabsorbe o hay riesgo para la visión.
Hemorragia vítrea / retiniana
- Tratar la causa subyacente (por ejemplo, retinopatía diabética con láser, oclusión vascular).
- Observación si el sangrado es leve y no compromete el campo visual.
- Inyecciones intraoculares (anti-VEGF) si hay neovascularización activa.
- Vitrectomía quirúrgica cuando la sangre no se disipa o impide la visión útil, o cuando se sospecha ruptura retiniana.
Hemorragia subretiniana
- Tratamientos para la enfermedad de base (por ejemplo, degeneración macular) como láser, inyecciones intravítreas de anti-VEGF.
- En ciertos casos, intervención quirúrgica según la extensión y el riesgo de daño macular.
La clave es actuar rápido si el sangrado afecta la visión, pero también ser conservador cuando el riesgo quirúrgico o la causa no lo justifican.

Prevención y consejos prácticos
- Controlar enfermedades sistémicas: diabetes, hipertensión, colesterol.
- Evitar traumatismos o golpes en la cabeza u ojos.
- Cuidado con medicamentos que afectan la coagulación (consultar con el médico).
- Evitar esfuerzos excesivos (levantar peso con tensión, esfuerzo físico brusco).
- Exámenes oftalmológicos periódicos para detectar riesgos en retina y vasos.
Preguntas frecuentes sobre el derrame ocular
¿Un derrame ocular siempre afecta la visión?
No. Una hemorragia subconjuntival no altera la visión porque está en la superficie. Pero sangrados internos sí pueden afectar seriamente la visión.
¿Cuánto tarda en resolverse un derrame subconjuntival?
Normalmente entre 1 y 3 semanas, a veces menos. El color rojo va cambiando a amarillo hasta reabsorberse.
¿El uso de anticoagulantes puede provocar derrames oculares?
Sí. Medicamentos que alteran la coagulación elevan el riesgo de sangrados oculares, especialmente en casos de daño vascular subyacente.
¿Los niños pueden tener derrames oculares espontáneos?
Sí, pero siempre que ocurra se debe evaluar trauma, enfermedades de coagulación u otras causas.
¿Necesito cirugía si tengo un derrame ocular?
Solo en casos en los que el sangrado no se resuelve, compromete la visión o hay causas tratables quirúrgicamente (retina rota, hifema que no disminuye).
La salud visual es fundamental para tu calidad de vida. Muchas enfermedades oculares pueden prevenirse o tratarse con una cita oftalmológica a tiempo. No esperes a que aparezcan los síntomas: agenda tu cita y cuida tus ojos con un especialista.











































