La operación de cataratas o cirugía de cataratas es uno de los procedimientos quirúrgicos más realizados y exitosos en el campo de la oftalmología moderna. Con tasas de éxito superiores al 95 % y una recuperación funcional en pocos días, esta intervención representa una solución definitiva para millones de personas que experimentan pérdida progresiva de visión debido a la opacidad del cristalino.
En esta guía extensa y clínicamente fundamentada, dirigida a pacientes que buscan información confiable, abordaremos en profundidad todos los aspectos relevantes sobre la cirugía de cataratas: qué son, cómo se diagnostican, en qué momento es necesario operar, qué técnicas quirúrgicas existen, qué tipos de lentes intraoculares se pueden implantar, cómo es el proceso postoperatorio, qué riesgos implica, cuáles son los resultados esperados y cuál es el costo aproximado de una operación de cataratas en el Perú.
¿Qué es la operación de cataratas y por qué puede cambiar tu vida?
La operación de cataratas, también conocida como cirugía de cataratas, es un procedimiento oftalmológico ambulatorio diseñado para restaurar la visión de manera rápida, segura y eficaz. Esta intervención consiste en extraer el cristalino opaco del ojo, la causa directa de la pérdida visual, y reemplazarlo por un lente intraocular transparente, lo que permite al paciente recuperar la nitidez y la percepción correcta de los colores.
Gracias a los avances tecnológicos y a la experiencia acumulada en este tipo de cirugía, hoy en día es una de las intervenciones más comunes y exitosas en todo el mundo. Las tasas de éxito superan el 95 %, y la mayoría de los pacientes experimentan una mejora funcional significativa en apenas unos días. Es, sin duda, una solución definitiva para quienes padecen pérdida progresiva de visión causada por cataratas.
Desde el punto de vista clínico, las cataratas se definen como la pérdida gradual de la transparencia del cristalino, una estructura natural del ojo encargada de enfocar la luz sobre la retina. A medida que el cristalino se vuelve opaco, la visión se vuelve borrosa, los colores se perciben apagados y tareas cotidianas como leer, conducir o reconocer rostros comienzan a dificultarse.
Los factores más frecuentes asociados al desarrollo de cataratas incluyen el envejecimiento natural, enfermedades como la diabetes, exposición prolongada al sol sin protección ocular, lesiones oculares y uso prolongado de ciertos medicamentos como los corticoides.
Afortunadamente, la cirugía de cataratas no solo detiene este deterioro, sino que devuelve al paciente una visión clara, estable y, en muchos casos, incluso mejor que antes. Esto se traduce en una mejora profunda en la calidad de vida: mayor independencia, mejor desempeño laboral, mayor seguridad al movilizarse y una renovada conexión con el entorno.

Desde mi experiencia personal, puedo asegurar que este procedimiento no solo es eficaz, sino que también tiene un impacto positivo inmediato en la vida del paciente. Las tasas de éxito superan el 95 %, y en pocos días se nota una mejora considerable en la visión.
Síntomas claros de que podrías tener cataratas
Las cataratas no aparecen de forma repentina. Se desarrollan de manera progresiva, lo que significa que su impacto en la visión puede pasar desapercibido durante semanas o incluso meses. Por eso es fundamental reconocer los síntomas tempranos de las cataratas para tomar decisiones informadas a tiempo y evitar un deterioro mayor de la calidad visual.
Entre los signos más comunes que pueden indicar la presencia de cataratas se encuentran:
- Visión borrosa persistente, como si se viera a través de un vidrio empañado o sucio
- Disminución del contraste, dificultando ver en condiciones de poca luz
- Colores apagados o con un tinte amarillento, que restan viveza a los objetos
- Mayor sensibilidad a la luz, especialmente en exteriores o frente a focos intensos
- Halos luminosos o deslumbramientos nocturnos, que complican actividades como conducir de noche
- Cambios frecuentes en la graduación de los lentes, sin una mejora clara en la visión
Estos síntomas tienden a avanzar con el tiempo, y su intensidad puede variar según el tipo de catarata y el estilo de vida del paciente. En fases avanzadas, pueden provocar una ceguera funcional, donde, aunque persista algo de visión, ya no es suficiente para realizar tareas cotidianas de forma segura.
En fases avanzadas, las cataratas pueden llegar a generar una ceguera funcional, donde el paciente conserva algo de visión, pero insuficiente para realizar actividades cotidianas. En mi práctica clínica, uno de los síntomas más reportados y también uno de los más limitantes es la presencia de halos molestos, visión borrosa, colores opacos o nublados, entre otros.
Factores que causan cataratas y cómo prevenir su avance
Las cataratas son, en la mayoría de los casos, el resultado del envejecimiento natural del ojo. Con el paso del tiempo, las proteínas que componen el cristalino tienden a degradarse y agruparse, generando áreas opacas que bloquean el paso de la luz. Sin embargo, el envejecimiento no es la única causa. Existen múltiples factores que pueden acelerar o agravar la formación de cataratas, muchos de los cuales pueden ser identificados y controlados a tiempo.
Principales factores que favorecen la aparición de cataratas:
- Edad avanzada
Es el factor de riesgo más frecuente. La mayoría de los casos se desarrollan en personas mayores de 60 años. - Diabetes mellitus
La hiperglucemia sostenida produce cambios metabólicos en el cristalino, favoreciendo la opacificación precoz. - Exposición prolongada a la radiación ultravioleta (UV)
La luz solar, especialmente sin protección ocular, puede dañar las proteínas del cristalino y acelerar su degeneración. - Uso prolongado de corticoides
Tanto por vía oral como en forma de gotas oftálmicas, los esteroides están relacionados con el desarrollo de cataratas, sobre todo del tipo subcapsular posterior. - Traumatismos oculares
Golpes o lesiones directas pueden inducir cataratas de aparición súbita o progresiva. - Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol
Ambos generan radicales libres que deterioran las células del cristalino. - Predisposición genética o antecedentes familiares
Algunas personas tienen mayor riesgo debido a factores hereditarios. - Deficiencia de antioxidantes en la dieta
La falta de vitaminas como la C, E y nutrientes como la luteína o la zeaxantina contribuye a la oxidación del cristalino.
Tipos de cataratas en los ojos y cómo se clasifican
No todas las cataratas son iguales. Existen diferentes tipos, y cada uno afecta al cristalino de manera distinta, lo que también influye en los síntomas, la velocidad de progresión y el tipo de tratamiento recomendado. Comprender esta clasificación es clave para identificar el diagnóstico más adecuado y tomar decisiones informadas sobre el tratamiento quirúrgico. Las cataratas en los ojos se clasifican según la localización de la opacidad:
Catarata nuclear:
Se forma en el centro del cristalino (núcleo). Es el tipo más común y está estrechamente relacionada con el envejecimiento. Su evolución es lenta, y suele afectar primero la visión lejana, aunque en etapas tempranas puede generar una falsa mejora en la visión cercana (fenómeno conocido como miopía inducida).
Catarata cortical:
Afecta la periferia del cristalino y se extiende hacia el centro en forma de radios o “espigas”. Puede generar deslumbramientos, visión doble y problemas especialmente notorios en ambientes con mucha luz o al conducir de noche.
Catarata subcapsular posterior
Se ubica en la parte posterior del cristalino, justo debajo de la cápsula. Aunque su tamaño suele ser pequeño, tiene un impacto considerable en la visión cercana y en condiciones de luz intensa. Su evolución tiende a ser rápida y puede volverse limitante en un corto periodo de tiempo.
Catarata congénita
Presente desde el nacimiento, puede deberse a causas genéticas, infecciones intrauterinas o trastornos metabólicos. Aunque algunas no afectan de inmediato la visión, muchas requieren intervención precoz para evitar un desarrollo visual anómalo.
Catarata traumática
Resultado de lesiones oculares directas, heridas penetrantes o traumatismos contundentes. Puede aparecer de forma inmediata o desarrollarse años después del accidente.
Catarata hipermadura
Es una etapa avanzada donde el cristalino se vuelve completamente opaco, endurecido y puede comenzar a licuarse. Este tipo requiere cirugía urgente para evitar complicaciones como glaucoma o inflamación ocular severa.

En muchos casos que evalúo en consulta, las cataratas subcapsulares posteriores tienden a evolucionar con mayor rapidez, comprometiendo significativamente la visión cercana. De hecho, he visto cómo este tipo de catarata afecta de forma notable a pacientes que trabajan frente a pantallas o que requieren lectura constante, obligándolos a considerar la cirugía en plazos más cortos. Es un patrón que se repite con frecuencia en perfiles activos y jóvenes.
¿Cuándo es el momento adecuado para operarse de cataratas?
Una de las preguntas más frecuentes entre los pacientes es: “¿Ya debo operarme o puedo esperar un poco más?” La respuesta no siempre es la misma para todos. El momento ideal para someterse a la operación de cataratas depende del grado de afectación visual y de cómo esta limita la calidad de vida del paciente.
Aunque las cataratas no ponen en riesgo la vida ni requieren cirugía de emergencia en la mayoría de los casos, sí pueden avanzar hasta convertirse en un obstáculo importante para la vida diaria. Por eso, el enfoque actual no se basa únicamente en medir la agudeza visual, sino en evaluar el impacto funcional real en cada persona.
Indicadores comunes que sugieren que ya es momento de operarse:
- Agudeza visual inferior a 20/40, lo cual puede dificultar tareas como conducir con seguridad
- Dificultades para leer, cocinar, coser o ver televisión, incluso con gafas actualizadas
- Sensación de visión doble (diplopía) o visión distorsionada en uno de los ojos
- Mayor dificultad para ver de noche, especialmente al conducir
- Cataratas densas que impiden el tratamiento o seguimiento de otras enfermedades oculares como la degeneración macular o la retinopatía diabética
- Presión intraocular elevada o riesgo de glaucoma asociado a cataratas avanzadas
- Deseo del paciente de reducir la dependencia de gafas, especialmente en personas activas o con alta demanda visual
He observado que muchos pacientes comienzan a tomar conciencia de la magnitud del problema cuando ya no pueden leer etiquetas con claridad, presentan visión doble intermitente o dejan de disfrutar actividades tan cotidianas como la lectura. Estos signos, aunque puedan parecer menores, suelen ser decisivos para iniciar el proceso quirúrgico. La pérdida de autonomía visual, por pequeña que parezca, tiene un impacto profundo en la calidad de vida.
Evaluación previa: todo lo que revisa tu oftalmólogo
Antes de realizar una cirugía de cataratas, es indispensable una evaluación oftalmológica exhaustiva. Este conjunto de pruebas permite no solo confirmar el diagnóstico y determinar el grado de afectación visual, sino también planificar de manera precisa la cirugía, seleccionar el tipo de lente intraocular adecuado y detectar posibles riesgos.
La evaluación preoperatoria de cataratas es un paso clave para garantizar resultados exitosos y seguros. No todas las cataratas son iguales, ni todos los ojos responden del mismo modo al procedimiento quirúrgico. Por eso, el oftalmólogo debe analizar varios factores clínicos, anatómicos y funcionales.
Pruebas más comunes en la evaluación preoperatoria:
- Ecografía ocular (modo B): Se utiliza si la catarata es tan densa que impide ver el fondo del ojo. Permite descartar desprendimientos de retina u otras patologías ocultas. Fundamentales para determinar el tipo de lente adecuado y anticipar cualquier complicación.
- Examen de agudeza visual: Mide la nitidez con la que el paciente distingue letras o símbolos a diferentes distancias. Es la base para determinar cuánto afecta la catarata a la visión funcional.
- Exploración con lámpara de hendidura: Permite visualizar con detalle las estructuras del segmento anterior del ojo, en especial el cristalino. Ayuda a identificar el tipo y densidad de la catarata.
- Tonometría (medición de presión intraocular): Evalúa la presión dentro del ojo, fundamental para descartar glaucoma, que puede coexistir con cataratas.
- Fondo de ojo (oftalmoscopía): A través de pupilas dilatadas, se examina la retina, mácula y nervio óptico. En cataratas densas, esta prueba puede estar limitada.
- Biometría ocular (óptica o ultrasónica): Mide la longitud del ojo y la curvatura de la córnea para calcular con precisión el poder del lente intraocular (LIO) que se va a implantar. Es una de las pruebas más importantes del preoperatorio.
- Queratometría y topografía corneal: Evalúan la curvatura y forma de la córnea. Son claves para detectar astigmatismos y para elegir lentes especiales como los lentes tóricos.
Opciones quirúrgicas para la operación de cataratas
Hoy en día, la cirugía de cataratas ha evolucionado enormemente gracias a los avances en tecnología y técnicas quirúrgicas. El procedimiento ya no requiere hospitalización ni largas recuperaciones, y existen varias opciones quirúrgicas adaptadas a las características de cada paciente y del tipo de catarata. Existen tres técnicas principales:

El objetivo en todas ellas es el mismo: extraer el cristalino opaco y sustituirlo por un lente intraocular (LIO) transparente que restaura la visión. Sin embargo, la elección de la técnica dependerá de factores como la densidad de la catarata, la salud ocular del paciente, su historial médico y las expectativas visuales tras la cirugía.
Principales técnicas quirúrgicas para operar cataratas:
1. Facoemulsificación (técnica con ultrasonido)
Es el método más utilizado a nivel mundial, por su alta seguridad, mínima invasividad y recuperación rápida.
Se realiza a través de una microincisión de 2 a 3 mm en la córnea, por la cual se introduce una sonda que emulsiona (fragmenta) el cristalino opaco mediante ultrasonido. Luego, los fragmentos se aspiran y se implanta el nuevo lente intraocular plegable en la misma cápsula.
Ventajas:
- No requiere puntos de sutura
- Tiempo quirúrgico corto (15–30 minutos)
- Recuperación visual rápida (en 2 a 3 días)
- Bajo riesgo de complicaciones
2. Cirugía con láser femtosegundo
Esta técnica incorpora tecnología láser de alta precisión para automatizar algunas de las etapas más delicadas de la cirugía, como las incisiones corneales, la apertura de la cápsula del cristalino (capsulotomía) y la fragmentación del núcleo.
El láser femtosegundo permite una mayor exactitud y simetría, lo cual es especialmente útil en pacientes con cataratas densas o que optan por lentes intraoculares premium, como multifocales o tóricos.
Ventajas:
- Menor trauma ocular
- Mayor control quirúrgico
- Ideal para córneas irregulares o procedimientos personalizados
Consideración: suele tener un costo adicional por el uso del equipo especializado.
3. Extracción extracapsular de cataratas (ECCE)
Es una técnica más antigua pero aún vigente en ciertos casos, especialmente en cataratas hipermaduras o muy densas, donde el cristalino no puede ser fragmentado con seguridad mediante facoemulsificación.
Implica una incisión más grande en la córnea para extraer el cristalino completo y luego colocar el lente intraocular. Debido a la magnitud de la apertura, esta técnica suele requerir puntos de sutura y tiene una recuperación más lenta.
Indicada en:
- Cataratas muy avanzadas
- Zonas sin acceso a equipos de ultrasonido o láser
- Complicaciones previas que impidan técnicas mínimamente invasivas
¿Cómo saber cuál técnica es la indicada para ti?
La elección depende de múltiples factores, y será determinada por tu oftalmólogo tras la evaluación preoperatoria. En general:
- La facoemulsificación es el estándar para la mayoría de pacientes.
- El láser femtosegundo se reserva para quienes buscan una cirugía más personalizada o presentan estructuras oculares especiales.
- La extracción extracapsular es una alternativa útil en casos extremos o sin acceso a tecnología avanzada.
Todas estas técnicas, cuando son realizadas por un profesional capacitado y en condiciones adecuadas, ofrecen excelentes resultados visuales y una alta tasa de éxito.
Tipos de lentes intraoculares:
Durante la operación de cataratas, el cristalino opaco se extrae y se reemplaza por un lente intraocular (LIO). Esta lente artificial transparente se implanta dentro del ojo y cumple la misma función óptica que el cristalino natural, permitiendo restaurar la visión de forma estable y duradera.
Actualmente existen diferentes tipos de LIO, diseñados para cubrir diversas necesidades visuales según el estilo de vida, estado ocular y preferencias del paciente. Elegir el lente adecuado es una parte clave del éxito quirúrgico, ya que puede marcar la diferencia entre necesitar o no gafas después de la operación.

Tipos de lentes intraoculares más comunes:
1. Lente monofocal
Es el más tradicional y utilizado. Está diseñado para corregir la visión lejana, por lo que el paciente generalmente necesitará gafas para leer o ver de cerca.
Ideal para:
- Personas que no tienen problema en usar gafas para lectura
- Pacientes con cobertura de seguros básicos
- Casos donde no se recomienda implantes premium por condiciones oculares
2. Lente multifocal
Permite ver de lejos y de cerca gracias a su diseño de zonas ópticas múltiples. Reduce significativamente la necesidad de gafas para lectura y actividades cotidianas.
Ideal para:
- Personas activas que desean mayor independencia visual
- Pacientes que leen, cocinan o realizan tareas domésticas sin gafas
- Usuarios con buena salud ocular general
Requiere mayor adaptación cerebral y puede causar leves halos o deslumbramientos nocturnos en algunas personas.
3. Lente trifocal
Es una evolución de la lente multifocal. Añade una tercera distancia focal para visión intermedia, ideal para el uso de computadoras, dispositivos móviles o pantallas.
Ventajas:
- Visión clara a todas las distancias (lejos, intermedia y cerca)
- Alta independencia de gafas
- Excelente para personas que trabajan con tecnología o requieren precisión visual
4. Lente tórico
Diseñado para corregir el astigmatismo corneal, una alteración en la forma de la córnea que distorsiona la visión. Puede ser monofocal, multifocal o trifocal, con la capacidad añadida de corregir el astigmatismo.
Ideal para:
- Pacientes con astigmatismo moderado o severo
- Quienes desean visión más nítida sin depender de gafas correctoras
5. Lente acomodativa (en evaluación)
Imita el movimiento natural del cristalino, cambiando ligeramente de forma o posición para enfocar a diferentes distancias. Aunque prometedora, aún está en fase de estudio clínico en muchas regiones y su uso no está tan extendido.
Potencial:
- Visión dinámica sin zonas ópticas
- Menor incidencia de halos nocturnos
¿Cómo elegir el lente intraocular adecuado?
La decisión depende de varios factores:
- Salud ocular general
- Presencia de astigmatismo
- Actividad diaria (lectura, uso de pantallas, manejo, etc.)
- Expectativas visuales y deseo de independencia de gafas
- Presupuesto disponible (algunos lentes premium tienen un costo adicional)
Una evaluación personalizada por parte del oftalmólogo, basada en estudios de biometría y topografía corneal, es esencial para elegir la mejor opción.

En casos de pacientes que, como muchos profesionales hoy en día, pasan largas jornadas frente al computador y además requieren una buena agudeza visual para conducir, suelo recomendar el lente trifocal. Esta opción proporciona un excelente rendimiento en visión cercana, intermedia y lejana, reduciendo significativamente la necesidad de gafas. De hecho, quienes optan por este tipo de implante logran, en la mayoría de los casos, una independencia visual completa.
Antes de la cirugía de cataratas: preparación, dudas y recomendaciones
Los pasos previos incluyen:
- Suspender ciertos medicamentos si el médico lo indica
- No maquillarse ni usar cremas
- Ayunar si así lo indican
- Asistir acompañado, de preferencia
- Firmar el consentimiento informado

En nuestra práctica clínica, entregamos al paciente todas las indicaciones preoperatorias con antelación, de manera clara y detallada. Esta preparación contribuye en gran medida a generar confianza y reducir la ansiedad antes de la cirugía de cataratas. Una planificación estructurada y un equipo organizado son fundamentales para garantizar una experiencia quirúrgica segura y tranquila desde el primer momento.
Después de la operación de cataratas: recuperación y cuidados clave
Los primeros días pueden presentar visión borrosa, sensación arenosa y sensibilidad a la luz. Es completamente normal.
Primeras 72 horas:
- Uso de antibióticos y antiinflamatorios en gotas (prescritos por el especialista)
- Lentes de sol o gafas oscuras
- ¡Nada de frotarse los ojos!
Primera semana:
- No esfuerzos físicos ni agua en los ojos
- La visión mejora día a día
Primer mes:
- Controles periódicos
- Estabilización visual
- Evaluación final de la graduación
En la mayoría de los casos, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas con normalidad a los dos o tres días después de la cirugía. A la semana, es habitual que ya estén completamente reincorporados a su rutina, con una mejora visual evidente. La claridad y nitidez que experimentan suele superar sus expectativas iniciales, lo cual reafirma la eficacia y seguridad del procedimiento.
Resultados que puedes esperar tras la operación de cataratas
La operación de cataratas es una de las cirugías más gratificantes en oftalmología, no solo por su alta tasa de éxito, sino por los resultados inmediatos y duraderos que ofrece en la calidad visual del paciente. Para muchas personas, la intervención representa un antes y un después en su vida diaria, permitiéndoles recuperar funciones que habían perdido sin darse cuenta.
¿Qué mejoras visuales puedes esperar?
- Mayor agudeza visual
La visión se vuelve más clara, definida y enfocada. Muchos pacientes logran ver a distancias que antes les resultaban imposibles, incluso sin gafas. - Colores más intensos y vivos
Uno de los cambios más notables tras la cirugía es la recuperación de la percepción cromática. Los tonos apagados o amarillentos provocados por la catarata desaparecen, y los pacientes redescubren colores con una intensidad renovada. - Reducción de deslumbramientos y halos
La sensibilidad a la luz y los halos nocturnos, frecuentes en cataratas avanzadas, suelen desaparecer tras la extracción del cristalino opaco. - Mayor seguridad visual al conducir
Mejora la percepción de profundidad, la visión periférica y la claridad en condiciones de baja luz, lo que incrementa la seguridad al manejar, especialmente de noche. - Disminución o eliminación de la dependencia de gafas
Dependiendo del tipo de lente intraocular implantado (monofocal, trifocal o tórico), muchos pacientes logran una independencia casi total de las gafas, lo cual mejora significativamente su autonomía.
En muchos pacientes, la mejora visual tras la cirugía es prácticamente inmediata. Es frecuente escuchar testimonios donde describen pasar de no distinguir los rostros con nitidez a leer carteles a distancia sin dificultad. Uno de los cambios más impactantes suele ser la recuperación de la percepción cromática: los colores se vuelven más vivos e intensos, lo que genera una sensación de renovación visual profundamente gratificante.
Riesgos y posibles complicaciones de la cirugía de cataratas
Aunque es una cirugía segura, hay riesgos:
- Infecciones (endoftalmitis)
- Desprendimiento de retina
- Edema macular
- Opacidad de cápsula posterior (se trata con YAG láser)
- Mal posicionamiento del lente
Si bien las complicaciones son poco frecuentes, la adherencia estricta a las indicaciones postoperatorias es clave para garantizar una recuperación sin contratiempos. En mi experiencia, los pacientes que siguen al pie de la letra las recomendaciones médicas: Uso adecuado de colirios, protección ocular y asistencia a los controles, suelen tener una evolución óptima y sin incidencias.
Costos o precios de una operación de cataratas en Perú
Los precios varían según la clínica, el cirujano y el tipo de lente:
- Lente monofocal: S/ 3,500 a S/ 5,000
- Lente multifocal/trifocal: S/ 6,000 a S/ 9,000
- Con láser femtosegundo: añadir S/ 1,000 a S/ 2,000
Muchos pacientes optan por paquetes integrales que incluyen la evaluación preoperatoria, la cirugía con implante de lentes premium como el trifocal, y todos los controles postoperatorios. Esta modalidad no solo brinda mayor comodidad y seguimiento continuo, sino que representa una inversión inteligente en salud visual, con beneficios a largo plazo que justifican plenamente el costo.
Preguntas frecuentes sobre la cirugía de cataratas
¿Duele la operación de cataratas?
No.
La cirugía se realiza bajo anestesia local en forma de gotas (tópica) y puede incluir una sedación suave, lo que hace que el procedimiento sea completamente indoloro. El paciente permanece despierto pero relajado, sin molestias durante la intervención.
¿Cuánto dura la cirugía de cataratas?
Entre 15 y 30 minutos por ojo.
La duración puede variar ligeramente según el tipo de catarata y la técnica empleada (como facoemulsificación o láser femtosegundo), pero en general, es una cirugía rápida y ambulatoria. El paciente suele regresar a casa el mismo día.
¿Puedo operarme de cataratas ambos ojos el mismo día?
No se recomienda.
En la mayoría de los casos, se opera un ojo a la vez, dejando un intervalo de al menos una semana entre ambos procedimientos. Esto permite evaluar la recuperación del primer ojo antes de intervenir el segundo, minimizando riesgos y optimizando resultados.
¿Las cataratas pueden volver?
No.
Una vez retirado el cristalino opaco, la catarata no puede reaparecer. Sin embargo, en algunos casos, con el paso del tiempo, puede presentarse una opacidad de la cápsula posterior, una fina membrana que sostiene el lente intraocular.
Esta condición, conocida como catarata secundaria, puede causar síntomas similares (visión borrosa o nublada), pero se soluciona fácilmente con un tratamiento ambulatorio utilizando láser YAG, sin necesidad de cirugía adicional.
¿Necesitaré gafas después de la cirugía de cataratas?
Depende del tipo de lente intraocular implantado.
- Si se coloca un lente monofocal, probablemente necesitarás gafas para leer o ver de cerca.
- Con un lente multifocal o trifocal, es posible lograr una alta independencia de gafas para la mayoría de las tareas cotidianas.
El oftalmólogo te orientará sobre la mejor opción según tus hábitos, necesidades visuales y expectativas.
¿Cuánto tiempo toma recuperarse tras la cirugía de cataratas completamente?
La mayoría de pacientes recupera la visión funcional en 2 a 3 días, aunque el proceso completo de cicatrización y estabilización visual puede durar entre 3 y 4 semanas. Durante este tiempo, es importante seguir las indicaciones médicas y asistir a los controles postoperatorios.
¿Puedo viajar o retomar mis actividades luego de una cirugía de cataratas?
Sí, pero con precauciones.
Después de los primeros días, la mayoría de pacientes puede retomar su vida normal, incluyendo trabajo, lectura, caminatas y viajes cortos. Aun así, se deben evitar esfuerzos físicos intensos, exposición al polvo, baños en piscinas o frotarse los ojos durante las primeras semanas.
¿La cirugía de cataratas es una cirugía segura?
Sí, es una de las cirugías más seguras y realizadas en el mundo.
La cirugía de cataratas tiene una tasa de éxito superior al 95 %, y las complicaciones son muy poco frecuentes cuando se realiza en manos expertas y bajo los cuidados adecuados.











































